Pozo Cerezal

Los grupos de montaña de San Mamés y Santa Bárbara horadaron la montaña mediante numerosas bocaminas, siendo plenamente visibles y accesibles hoy en día la del Prau Molín y el socavón Santa Bárbara. En este lugar, en el socavón, será donde se acometa en 1942 la profundización de un nuevo pozo vertical por la SMDF ante el agotamiento de las reservas beneficiadas mediante minería de montaña.

Pero a diferencia de las minas profundizadas en los años veinte, modernas y electrificadas, el Santa Bárbara- como se denominará el nuevo pozo- será realizado y dotado como en las primeras fases de la minería vertical: castillete de perfiles metálicos roblonados, tecnología a vapor para la extracción y unos primitivos compresores heredados parcialmente de las minas de montaña. El aislamiento internacional pesaba en contra de la modernización, pero los beneficios de la venta interior de la hulla en el contexto autárquico y la baratura del factor trabajo compensaban con creces la reducidísima aplicación de capital, de modo que, en la inmediata posguerra, y además del que nos ocupa, la Duro profundizó también San Mamés, Carrio, y María Luisa.

Inaugurado en 1944, en 1957 se sustituye la maquinaria de extracción por una eléctrica, construyendo una nueva casa de máquinas y girando el castillete después, para no paralizar el pozo. Sin embargo pronto se revela la necesidad de un nuevo castillete, construido en 1962 ya con soldadura y con un sistema articulado de unión entre las tornapuntas y la torre principal: el sistema propio de la Duro, iniciado en María Luisa en 1943.

La integración de la Duro en HUNOSA en 1967 exige el cambio del nombre del pozo, pues el Pozo Santa Bárbara de Turón tenía mayor antigüedad y entidad, adoptándose el vecino topónimo de Cerezal hasta su cierre en 1988.

Faustino Suárez Antuña