Minería
Para explotar de manera eficaz los yacimientos mineros en Asturias era necesaria la presencia de técnicos con una formación adecuada.
Ya Jovellanos había planteado la necesidad de la enseñanza de la mineralogía, y gracias a su impulso en 1794 comienzan las clases en el Real Instituto de Náutica y Mineralogía instalado en Gijón.
A pesar del empeño de Jovellanos, la puesta en marcha de un centro específico para la formación de técnicos se retrasará hasta el año 1849 en el que se promulga la Ley de Minas que establece la creación de Escuelas Prácticas de Minas en Almadén y Asturias.
En 1854 con el geólogo alemán Guillermo Schulz como director comienza la actividad docente en la Escuela Práctica de Minas de Mieres de la que los alumnos salían con el título de Capataz. Importantes ingenieros combinaron su trabajo en las grandes empresas mineras y siderúrgicas asturianas con la docencia en la escuela mierense; fue el caso de Jerónimo Ibrán o Francisco Gascué.
Mónica García Cuetos
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