Transportes
378613164
Pozo Monsacro
522493167
Locomotora Figaredo
370142300
Bocamina La Esperanza
353243059
Ferrocarril La Pereda-La Foz
345094326
ENSIDESA
La empresa Hulleras de Riosa heredó en el momento de su constitución (1914) un entramado de vías de 600 milímetros que, a través de una sucesión de planos inclinados y trincheras, llegaba procedente de sus minas en el valle riosano al lavadero de La Pereda. Era un método sumamente engorroso que lastraba producción, por lo que ya desde sus primeros tiempos se había estudiado la posibilidad de construir un ferrocarril que siguiese la salida natural del valle hasta el río Caudal para remontar este último y llegar finalmente a La Pereda.
Las obras de la nueva línea se iniciaron en 1917 y estuvieron listas hacia 1923. En esta ocasión, el ancho elegido fue de 750 milímetros con el fin de aumentar su capacidad de transporte sin incurrir en gastos excesivos. El trazado tenía una longitud de 7,9 kilómetros entre el cargadero de La Foz y La Pereda, y atravesaba en su recorrido once túneles, además de ocho puentes metálicos y uno de sillería. En su camino fue precisa la construcción de distintos muros de contención y sostenimiento, incluida una vivienda para personal en Loredo. Estos últimos trabajos utilizaron la caliza rosada de la zona, lo que les proporciona una estética muy singular.
Permaneció en servicio con tracción vapor durante la etapa de Hulleras de Riosa y, desde 1952, bajo la propiedad de ENSIDESA. En 1969, esta empresa traspasó las concesiones mineras junto con el ferrocarril a HUNOSA, que procedió a su inmediato cierre tras la conexión subterránea de los pozos Monsacro y Nicolasa.
Desde entonces, la antigua caja de la vía se ha convertido en una senda transitable. Desgraciadamente, la operación de una cantera de caliza en Peñamiel interrumpió su trazado al interceptar el túnel número 6, por lo que el recorrido debe realizarse obligatoriamente en dos tramos separados, uno en el concejo de Mieres y otro en el de Morcín.
A pesar de ello, sus obras de fábrica se mantienen en buen estado y el trazado discurre por una zona de alto valor paisajístico, atravesando las hoces de los ríos Caudal y Riosa, con un impresionante entorno calizo, que hace de este recorrido uno de los más atractivos de toda la red ferroviaria asturiana. En La Foz sobreviven además las impresionantes tolvas de carga del ferrocarril, una obra de hormigón realizada a mediados de los años cincuenta.
GALERÍA DE IMÁGENES
Comentarios recientes