Locomotora Rioseco

Transportes

Locomotora Rioseco

Museo de la Minería, El Entrego

El último integrante de la importante red de ferrocarriles de ancho de vía de 650 milímetros del valle del Nalón fue el tranvía de vapor de Laviana a Rioseco, el situado más al oeste y también el más moderno de todos.

Fue promovido por Cándido Blanco al final de la Primera Guerra Mundial para conectar varias concesiones mineras con la estación del Ferrocarril de Langreo de Pola de Laviana. Arrancando de ella, seguía la carretera hasta Rioseco y prestaba servicio público de viajeros y mercancías además del tráfico carbonero, con una longitud de 11,8 kilómetros. La red la completaban dos ramales puramente mineros que desde Puente de Arco llegaban a Ribota y Tolivia y fue puesta en marcha en 1921.

El negocio fue adquirido poco después por la empresa catalana Cementos Fradera, que la empleó para abastecer su planta cementera de Vallcarca. El tráfico del ferrocarril iría decayendo con el paso de los años hasta su clausura en 1968, cuando era el último tranvía de vapor que funcionaba en España. La línea (y, por extensión, sus locomotoras) fue conocida como “La Campurra”, apodo derivado del sobrenombre de su propietario original.

Para su apertura, Blanco adquirió dos locomotoras-tranvía a la empresa alemana Linke Hofmann que llevaron los números 1 y 2. Se caracterizaban por tener un carenado que protegía toda su estructura con el fin de evitar posibles atropellos. Al cabo de algunos años, fue eliminado y ambas máquinas adquirieron un aspecto algo más convencional. Cuenta con dos ejes motores, bastidor exterior y tanque de agua bajo la cabina, una disposición peculiar derivada de su fisonomía primitivo.

La segunda de ellas recibió el nombre de Rioseco y fue la última máquina utilizada en la línea hasta su cierre, cuando era ya la única capaz de funcionar. Quedó abandonada en la estación de Pola de Laviana y posteriormente colocada como monumento en una gasolinera próxima hasta que fue rescatada por el Museo de la Minería. En 2008 fue objeto de una restauración cosmética que le dio su aspecto actual, pues presentaba un avanzado estado de deterioro.

Es la única locomotora construida por Linke Hofmann que se conserva en España y un valioso testimonio de los tranvías de vapor que circularon en nuestro país.

Guillermo Bas Ordóñez

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