Minas de La Parva

Minería

Minas de La Parva

Castañedo del Monte, Santo Adriano

El problema del aprovisionamiento de materias primas aparece ya en los planteamientos iniciales de la instalación en Trubia de una fábrica de municiones. Casado de Torres, en su Dictamen elaborado en 1792 menciona por primera vez las minas de Castañedo del Monte.

La primera explotación de estas minas va de 1796 a 1808, una vez comienzan a funcionar los altos hornos de Trubia. Apenas son destacables los trabajos, con una producción muy baja y un mineral de mala calidad; de esta época quedan restos de una vivienda, posiblemente de los mineros. Tras el abandono de la producción en Trubia debido a la guerra con Francia, habrá que esperar la llegada de Elorza a la dirección de la fábrica de armas para retomar la actividad de estas minas.

A partir de 1844, la Fábrica de Armas de Trubia se hace cargo de la explotación de las minas de Castañedo del Monte, siendo su propietaria. Tras diversos análisis, comienzan a explotarse sus menas, siempre con bajas producciones. El abandono de la actividad siderúrgica en Trubia en 1866 haría que cesase la explotación de estas minas, que son incautadas por la Real Hacienda en 1881. Aún habrá un último intento de explotación cuando en 1900 se constituye la Compañía Minera de Castañedo del Monte, de capital asturiano. A pesar de sus intenciones, nunca llevaría a cabo labor alguna, caducando sus concesiones en 1935 y quedando las minas abandonadas hasta su recuperación como recurso cultural y turístico por parte del Ayuntamiento de Santo Adriano en 2015.

El entorno de La Parva conserva diversas labores de mediados del siglo XIX; presenta tres niveles superpuestos compuestos por tres bocaminas y dos grandes cortas a cielo abierto, a las que hay que sumar un gran desmonte que cuenta con más de una veintena de pequeñas galerías que nos muestran la técnica de huecos y pilares, es decir, según se excavaba se dejaban entre las galerías zonas macizas (pilares) que sujetaban la mina, sin necesidad de entibación como en el caso de las galerías. Por el camino que va a las minas, abierto durante la época de su explotación, se conservan varios muros de contención. Incluso el propio arroyo, con su fondo rojizo, alude a la presencia de hierro en estas tierras.

Manuel Antonio Huerta Nuño (Toño Huerta)

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