En el distrito aurífero de Salas-Belmonte se han reconocido más de 17 áreas con labores de época romana, destacando las de Godán, La Ortosa, Ablaneda, Carlés, La Brueva del Courío, Millara, Antoñana, Villaverde, Pontigo, Begega, El Valle, La Rozada y Boinás. Estas “cortas” muestran una evidente vinculación con rocas ígneas (granogabros, granodioritas y granitos), a la vez de mantener una distribución general NNE-SSO que corresponde al lineamiento estructural denominado “Cinturón Río Narcea”.
A finales del siglo XX se desarrollaron de forma intensiva trabajos de investigación en diversas zonas de Salave, Salas y Belmonte, los cuales dieron como resultado la puesta en marcha de dos áreas auríferas (El Valle-Boinás y Carlés) por parte de la Sociedad Río Narcea Gold Mines que, durante once años, benefició oro y concentrados de plata, cobre, bismuto, arsénico, antimonio y mercurio, como subproductos. En 2007 las empresas canadienses Lunding y Kinbauri España, S. L. adquirieron las instalaciones y derechos mineros de la anterior empresa en El Valle-Boinás y las prospecciones realizadas han permitido ampliar sensiblemente las reservas hasta entonces conocidas y acrecentar las zonas explotables.
En septiembre de 2009 se hace con la propiedad de los yacimientos de Salas y Belmonte la compañía canadiense Orvana Minerals Inc. con el objetivo de llevar a efecto una nueva fase de beneficio minero y en diciembre de 2012, OroValle –la filial asturiana de Orvana– puso en funcionamiento una nueva infraestructura subterránea (“pozo Roberto”) que permite explotar la mena en profundidad, lo que coloca a nuestra región como referente de la minería aurífera a nivel europeo.
En estas minas el oro se relaciona con un yacimiento tipo skarn (un depósito mineral formado por rocas metamórficas derivadas de calizas y dolomías en un entorno de intrusiones ígneas) que produce silicatos de calcio, magnesio y hierro, dando lugar a una variada mineralogía. Se beneficia oro –con notables producciones de hasta 54.000 onzas– además de cobre y plata.
Carlos Luque Cabal y Manuel Gutiérrez Claverol
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