Almacenes Generales

Además de demoler elementos como la iglesia o la portería del antiguo convento, se construyen grandes naves, como las que acogieron los talleres de forja y temple y el de ametralladoras, creándose un nuevo gran eje paralelo al principal que, a su vez, daría paso a un eje perpendicular que marcaría el posterior desarrollo del conjunto.

El taller de forja y temple, que pasaría a tener funciones de almacén general, presenta una estructura de ladrillo con grandes vanos en arco de medio punto en la fachada que da a la calle del recinto; cuenta con frontones que intentan recrear la nobleza de las fachadas de las naves decimonónicas. Su interior presenta un gran cuerpo diáfano en cuyo centro está el espacio para tareas administrativas; una arcada lo separa de otra sección de menor tamaño que cuenta con un puente grúa. En los últimos años, por sus características, es escenario habitual de actividades culturales, muestra de la versatilidad de estos espacios.

Manuel Antonio Huerta Nuño (Toño Huerta)