Las obras del inmueble se desarrollaron a la par que las del canal de derivación que abastece la central con una longitud de seis kilómetros, adquiriendo en algunos puntos una importante presencia con obra de mampostería, sostenido sobre arcos de medio punto.
La iniciativa, que partió de la Sociedad Eléctrica Peninsular, desarrolló una empresa constructiva que erigió un inmueble de tres alturas construido con mampostería cargada y con cubierta de teja a doble vertiente. En las inmediaciones se dispuso un edificio residencial para servicio de los trabajadores. En su interior, que continúa desarrollando sus funciones industriales en manos de la empresa EDP, se conserva la maquinaria alemana original. La central de La Curuxera Forma parte del Catálogo Urbanístico de protección del concejo de Laviana.
Rubén Domínguez Rodríguez
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