Fábrica Harinas El Águila

Industrias

Fábrica de Harinas El Águila

Avilés

Establecida en el año 1893 en la zona de Los Molinos, la fábrica de harinas El Águila es uno de los testimonios más tempranos – y de los escasos vestigios que se han conservado - del incipiente proceso industrializador avilesino.

La fábrica, erigida a instancias de Juan Oría y Ortiz, aprovechaba un salto de agua en el arroyo de Los Molinos para la producción harinera. Contaba con un motor hidráulico de noventa caballos de potencia, junto con un motor auxiliar de sesenta caballos. Producía unos 20.000 kilos de harina diarios, destinados al mercado gallego y asturiano y comercializados bajo las marcas Oria y Tres Estrellas. Su favorable emplazamiento, en una zona relativamente bien comunicada, en el extremo suroriental de la villa y, en particular, la cercanía del puerto facilitaba la comercialización de los productos. En sus inmediaciones fueron instaladas otras factorías – desaparecidas - como la fábrica de vidrio de Osorio y Cia.

Las instalaciones de la fábrica de harinas se organizaban a partir de un cuerpo central, destinado a oficinas y dos naves de planta rectangular anexas, con cubrición a doble vertiente, que acogían la maquinaria. Tras años sin uso, el complejo fue reconvertido como sede del cuartel de bomberos y, más recientemente, rehabilitado y acondicionado – como ocurre con otras antiguas instalaciones industriales encabezadas por la Curtidora Maribona - para acoger el Centro de Formación Ocupacional de Avilés.

Entre los elementos preservados del conjunto resulta particularmente reseñable, por su calidad arquitectónica, el cuerpo principal, que acogía las dependencias administrativas.  Con una distribución en alzado en tres plantas y cierres de mampostería enlucida, presenta cubierta a dos aguas. La fachada principal, enmarcada por dos pilastras rematadas con jarrones ornamentales, se presenta articulada mediante fajas e impostas de piedra. En ella se abren vanos de buen tamaño, organizados por pisos, con remate en arcos rebajados y de medio punto, que incorporan motivos decorativos geométricos. Corona la fachada un pretil, sobre un óculo central, en el que se dispone el nombre de la empresa y sobre el que se emplaza un águila, a modo de emblema.

Natalia Tielve García

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