La Casona

Dentro de ese mismo lote, al año siguiente se adjudicó al contratista José Fernández Bayón la obra de un edificio de viviendas para agentes, situado al este de las vías de Avilés.

Se trata de un inmueble de generosas dimensiones y planta rectangular dividida en tres pisos además de un desván. La cubierta se realizó a doble vertiente, con teja plana y una elaborada crestería cerámica. Las fachadas están construidas con muros de ladrillo visto con sillería en las zonas de mayor relieve y se dividen en tres cuerpos, uno central rematado en sendos piñones en las fachadas principales, y dos laterales. La decoración se concentra en ménsulas y molduras en los dinteles de los vanos, bandas corridas separando los pisos y pilastras en las esquinas. Encontramos también un elaborado alero a base de fascias superpuestas.

Interiormente, en su origen debió de ser un dormitorio formado por habitaciones individuales, accesibles mediante una escalera central, con zonas comunes (comedor, lavabos) en la planta baja. Los ferroviarios pernoctaban en él según las necesidades de servicio y eran atendidos por personal que se encargaba de la cocina y la limpieza. Posteriormente fue dividido en distintas viviendas, variando la distribución y disposición de cada una de ellas en los distintos pisos y, finalmente, vendidas a sus ocupantes ya en época de Renfe.

La estética de este edificio es similar a la de otras construcciones realizadas en Asturias por esos mismos años en puntos como Oviedo o Ujo, en su mayoría desaparecidas en la actualidad. Representa un caso muy interesante de dormitorios para ferroviarios, una tipología antaño muy habitual en las estaciones de cierta importancia como la de Villabona y de la que La Casona es el último representante que queda en pie en el Principado.

Guillermo Bas Ordóñez