Locomotora HT 120

Su valor histórico radica en la peculiaridad de ser un producto totalmente original, sin características que la permitan adscribir a ninguno de los grandes constructores de material ferroviario. Los técnicos de la Hulleras de Turón copiaron las características que consideraron más apropiadas de las locomotoras más próximas (Compañía del Norte y Vasco Asturiano) y las fusionaron en un diseño adaptado a unas necesidades peculiares, que combinaban el arrastre de trenes en una línea principal con las maniobras para la clasificación y cargue de vagones.

La operación fue posible gracias a la experiencia adquirida previamente con la reforma de otras máquinas y la construcción, tres años antes, de su hermana pequeña, la número 110, aprovechando piezas de recambio. Posee tres ejes motores con cilindros y distribución exteriores para facilitar su mantenimiento, caldera de vapor recalentado y tanques laterales para el agua, con una carbonera situada en la parte trasera de la cabina.

Puesta en marcha en 1931, prestó servicio durante 45 años hasta que fue retirada en tiempos de HUNOSA  tras la llegada de una locomotora diésel. A lo largo de su carrera apenas sufrió modificaciones, aunque su diseño adoleció de algunos defectos fruto de ese carácter excepcional. Después de permanecer durante años abandonada, fue rescatada y rehabilitada por el Museo del Ferrocarril de Asturias, donde actualmente se expone.

La rareza de esta máquina la convierte en una pieza fundamental del patrimonio ferroviario asturiano y en una de las mejores muestras del proyecto industrial llevado a cabo por la Sociedad Hulleras de Turón, que la situó a la vanguardia del sector hullero del Principado.

Guillermo Bas Ordóñez