Locomotoras SHE 8, 9 y 11

Transportes

Locomotoras SHE 8, 9 y 11

Mieres y Aller

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Locomotora SHE 5

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Locomotora SHE D

Locomotora SHE 11

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Locomotoras SHE 8, 9 y 11

El parque motor de la antigua Sociedad Hullera Española es uno de los que mejor ha llegado hasta nuestros días, con un buen número de sus locomotoras preservadas en diferentes lugares y estados de conservación, incluidos tres ejemplares en funcionamiento.

Entre ellas tenemos tres que se encuentran actualmente como monumento en varios puntos del concejo de los concejos de Mieres y Aller. La primera es la número 8, una máquina de tres ejes acoplados construida en 1918 por la empresa norteamericana Vulcan Iron Works junto con una hermana gemela ya desaparecida. Era una típica representante del diseño industrial estadounidense, incluida la consabida campana para avisar de su paso. Estuvo al cargo del remolque de trenes en la línea minera del valle del Aller hasta su retirada con la llegada de las locomotoras diésel, hacia 1970.

Expuesta primero como monumento en los talleres de Sovilla, tras su clausura fue restaurada cosméticamente y trasladada a las inmediaciones del Pozo San José, en Turón, un lugar poco apropiado para ella ya que nunca trabajó en ese valle.

El segundo ejemplar es la número 9, otra máquina de origen yanqui construida al mismo tiempo que la 8 pero por otro fabricante distinto, la American Locomotive Company en su factoría Cooke de Paterson, Nueva Jersey. Aunque de características parecidas a su predecesora, tiene un diseño diferente, con bastidor exterior y distribución interior.

Su historia es también muy similar: asignada a los trenes de carbón en bruto que se dirigían al lavadero de Sovilla hasta su retirada, cuando quedó como monumento en ese lugar. Tras la clausura de esas instalaciones, se mantuvo en manos de HUNOSA, que la restauró y la trasladó a los jardines del Pozo San Jorge.

Por último, tenemos a la número 11, un ejemplar de origen bien diferente. Fue fabricada en 1902 por la firma británica Kerr Stuart para la empresa onubense Minas de San Miguel, donde llevó el nombre Escalada. Cuando esta quebró, la máquina pasó a manos de un negocio de maquinaria que la revendió, tras la Guerra civil, a la Sociedad Hullera Española.

Ya en Asturias sufrió una importante reforma que alteró bastante su aspecto primitivo. Al igual que las máquinas anteriores, estuvo en servicio hasta la llegada de la tracción diésel y posteriormente HUNOSA la colocó como monumento en los talleres de Sovilla. Por último, fue cedida al Ayuntamiento de Mieres, rehabilitada y colocada a modo de adorno junto a la antigua estación del Vasco Asturiano de la localidad.

Guillermo Bas Ordóñez

GALERÍA DE IMÁGENES