Naves de Balsera

Transportes

Naves de Almacenes Balsera

Margen izquierda de la ría de Avilés

Los Grandes Almacenes de Victoriano F. Balsera, situados en la margen izquierda de la ría de Avilés, próximos al muelle y a la estación del ferrocarril, responden al proyecto que el arquitecto municipal Antonio Alonso Jorge formaliza en el año 1912. Las monumentales naves, concebidas como espacios de almacenamiento, habían sido promovidas por el mencionado empresario, quien fuera presidente de la Cámara de Comercio, Industria y Navegación de la villa, así como de la Junta de Obras del Puerto.

Las tres naves en las que se vertebra el conjunto, de fábrica de mampostería enlucida, adoptan una disposición perpendicular con respecto al estuario. El complejo incorporaba originalmente un volumen de menores dimensiones, localizado en el extremo septentrional, que cumplía funciones auxiliares. Resulta especialmente notable el cuidado diseño de su fachada principal, proyectada hacia la ría, armonizando funcionalidad y ornato. Los lienzos se organizan a través de pilastras planas recorridas por motivos geométricos, entre las que se disponen los vanos, combinando distintas soluciones de remate y tamaño diferenciado. La nave central incorpora miradores cerrados en altura y un balcón de balaustre que descansa sobre ménsulas en la parte superior, coronada con frontón curvo moldurado. En el interior, diáfano, se disponen columnillas de hierro sobre las que descansan las cerchas metálicas que soportan la cubierta, desarrollada a doble vertiente. Anima los cierres la incorporación de hiladas de ladrillo visto, con juegos geométricos, imperceptibles en la actualidad con el nuevo enfoscado de los muros. Cubriendo los accesos se disponían marquesinas planas.

Tras años sin uso, fracasadas varias propuestas de reutilización – hotel de empresas, sede del archivo histórico de ENSIDESA, centro de ocio, museo de la industria… - hoy en día las naves siguen sin contar con un futuro escrito. En el año 2015 se emprendieron unas labores de limpieza y sustitución del enfoscado de las fachadas, aplicándose una aséptica capa de pintura blanca – al igual que en la malograda Pescadería municipal –homogeneizando – y desvirtuando - estéticamente el entorno del estuario a imitación del Centro Niemeyer.

Natalia Tielve García

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