Pozo Carrio

La explotación de los yacimientos de la zona había comenzado a mediados del siglo XIX y, a finales de esa centuria, recibió el impulso decisivo con la prolongación hasta la capital del concejo de dos vías de comunicación: la carretera Carbonera (1872) y el Ferrocarril de Langreo (1884). 

A principios del siglo XX, empresarios como Joaquín Velasco o los hermanos Felgueroso explotaban un buen número de concesiones mineras, entre ellas, las localizadas en Carrio. En 1920, dentro de su proceso de expansión por el valle, la Sociedad Metalúrgica Duro Felguera (SMDF) adquiere parte de esas concesiones para poner en marcha lo que en la siguiente década se conocerá ya como Grupo Laviana y que acabará incluyendo los pozos verticales de Carrio y Barredos y las explotaciones de montaña de Rimoria, en el límite con el concejo de San Martín del Rey Aurelio.

Las labores de profundización del pozo Carrio comienzan en la década de 1940. En 1949 se monta el castillete de perfiles de hierro roblonado y finalizan las obras del edificio principal que albergará, entre otros servicios, las salas de máquinas y calderas, la casa de aseos, la lampistería, el botiquín, las oficinas y los almacenes. Tras su incorporación en HUNOSA las labores de modernización emprendidas incluirán la sustitución de ese primitivo castillete y la puesta en funcionamiento de una nueva máquina de extracción Koepe que requerirá la construcción de un nuevo edificio para albergarla.  

La actividad extractiva cesó en el pozo Carrio en diciembre de 2018, habiendo alcanzado una profundidad de 628 metros. Con su cierre la actividad minera del concejo de Laviana había llegado a su fin.

Mónica García Cuetos