Pozo Monsacro

En 1905 Minas de Riosa transmite todas sus propiedades a dos compañías francesas, Houllières de Ujo y Mieres y Societé Française des Charbonages de Laviana. En 1914 las minas nuevamente salen a subasta haciéndose con la empresa un grupo de inversores asturianos entre los que estaba una vez más la familia Figaredo. La empresa pasa a denominarse Hulleras de Riosa, S.A.

En 1952 la empresa estatal ENSIDESA adquiere Hulleras de Riosa para asegurar el suministro de carbón a su planta de Avilés. ENSIDESA, que continuará con la explotación hasta la integración de sus activos mineros en HUNOSA, llevará a cabo importantes obras de modernización de las instalaciones, incluyendo la profundización del Pozo Montsacro. Las obras se adjudicaron en 1953 a la empresa constructora Entrecanales y Távora. En 1959 se instala el castillete de acero soldado con una altura de 40,20 metros y comienza la extracción regular del carbón.

El pozo contó también con una mina escuela donde los trabajadores recibían formación antes de su incorporación. Para ello se construyó una bocamina con dos accesos y una galería principal a la que se abrieron distintos transversales para la práctica del trabajo en el interior de la mina.

Una vez en HUNOSA, el pozo quedó incorporado en el Grupo San Nicolás, junto con Nicolasa y Olloniego. La línea ferroviaria de La Foz a La Pereda, que había dado servicio a las minas de la zona, se desmanteló y el carbón fue trasladado en un primer momento por carretera; más tarde entraría en funcionamiento una cinta que comunicaba con el pozo San Nicolás desde donde se trasladaba al lavadero de El Batán.

En diciembre del año 2014 se produce el cierre del Pozo Montsacro habiendo alcanzado una profundidad de 350 metros con 7 plantas.

Mónica García Cuetos