Minería
La Hullera Española, creada en 1892 por Claudio López Bru, segundo marqués de Comillas, para desarrollar convenientemente las minas de hulla adquiridas por su padre Antonio López en el río Aller, desarrolló una intensa organización territorial en la que las labores extractivas se situaban en la parte media alta del valle, el espacio de residencia de empresa en el tramo medio y la gestión administrativa y la expedición de los carbones en la baja, en la confluencia con el río Caudal.
No será hasta la década de 1940 cuando la Hullera aborde el cambio de minería de montaña hacia pozos verticales, alentados por el favorable contexto autárquico de la dictadura militar, en íntima connivencia siempre con el empresariado minero, que le permitía continuar su práctica de compensar la falta de reinversión de capital con el trabajo de una clase obrera vencida y temerosa de la férrea tríada franquista: Empresa, Estado e Iglesia. Y es que las estrictas reglas morales que el segundo marqués impuso en lo que funcionaba como su feudo- traslación de un propio y exacerbado carácter piadoso al más puro estilo de la burguesía española- donde el control clerical era absoluto, ha motivado que a la Hullera se le haya denominado, con acierto, como el Coto de Dios.
El Pozo San Antonio, así nombrado en recuerdo del primer marqués, se profundiza a partir de 1942 con mucho trabajo y una pequeña hormigonera, siendo visitado en 1946 por Juan Antonio Suanzes, Ministro de Industria, que desciende a su interior. Su primer castillete será proporcionado por la Duro Felguera- junto con una empresa francesa- en la moderna técnica de soldadura metálica que la firma langreana llevaba desarrollando desde el inicio de la década, diferenciándose ya del Pozo San Jorge, también de la Hullera, levantado en celosía roblonada.
En 1967 la Hullera Española se integra en HUNOSA, que reformará San Antonio con un añadido al castillete para servir a la única máquina de extracción de polea cuadricable que llegó a montar la empresa estatal, lo que exigió una nueva casa de máquinas. En 1994 el pozo deja de tener funciones extractivas, concentrando la salida del carbón por la unidad Santiago- San Jorge, y en 2003 cierra definitivamente sus puertas.
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