Puente de San Sebastián

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Puente de San Sebastián

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Naves de Balsera

715616717

Naves de Balsera

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Puerto de Avilés

345223962

Puerto de Avilés

911233236

Puente de San Sebastián

Naves de las Bombas Kaplan de ENSIDESA

373200430

Naves de las Bombas Kaplan

Diseñado por el ingeniero Francisco Wirtz Prieto entre los años 1891 y 1893, el soberbio puente de hierro de San Sebastián había venido a reemplazar en sus funciones al Puente de los Pilares que, levantado en piedra, fue construido en el siglo XVI. El nuevo puente carretero desempeñó un papel esencial en las comunicaciones de la villa de Avilés, facilitando el enlace del núcleo urbano con la margen derecha del estuario, pero sobre todo se convirtió en todo un referente de modernidad y en un símbolo del progreso para una ciudad en la que la actividad industrial poco a poco se iba abriendo paso.

Componía el puente una caja calada de vigas de hierro, cruzadas en sus laterales formando aspas, alcanzando una longitud de cuarenta y tres metros. Incorporaba en cubierta una sucesión de dieciocho secciones curvas. En sus laterales se disponían los pasos de peatones, sobre suelo de madera, contaba con antepechos de hierro forjado y era soportado por pilares de fábrica. Sus nueve metros de anchura permitían el tránsito tanto de peatones como de vehículos.

Tras años de abandono, en el 2006 el puente es desmantelado y reemplazado por un nuevo puente de acero, desoyendo las voces críticas que, como en tantas otras ocasiones, reclamaban el mantenimiento y rehabilitación de la pasarela histórica. La réplica, a pesar de su interés estético – con la intervención cromática emprendida siguiendo el diseño de Ramón Rodríguez - carece de todo valor patrimonial y su uso ha quedado reducido al tránsito exclusivamente peatonal.

Como resultado de la polémica destrucción, del histórico puente carretero solo se ha mantenido un tímido testigo, a modo de pieza de arte urbano, en deficiente estado de conservación. El fragmento se sitúa en la margen derecha de la ría, a los pies del nuevo símbolo de la modernidad y del progreso de la ciudad: el flamante Centro Niemeyer. Todo un reflejo del cambio de imagen propiciado en Avilés en los últimos años: una ciudad que se va desprendiendo de su identidad industrial para abrazar un incierto futuro cimentado sobre una postmoderna, irreflexiva, desvirtuada e insensible identidad postindustrial.

Natalia Tielve García

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