Sanatorio Adaro

La empresa desplegó una política paternalista que, más allá de las actuaciones emprendidas en materia de vivienda, incluyó una red de economatos, centros educativos y servicios sanitarios. En este marco se sitúa la construcción en Sama de Langreo del Hospital de Heridos que, inaugurado en el año 1914, se convertía en Sanatorio Adaro en 1940 recibiendo el nombre de su principal benefactor, el ingeniero Luis Adaro y Magro.

El Hospital de Heridos contaba inicialmente con un único pabellón, de planta rectangular y elevado a una sola altura. El inmueble fue experimentando un crecimiento paulatino, con sucesivas ampliaciones y recrecidos, a medida que la demanda de asistencia a los trabajadores accidentados se vio incrementada; en particular con la constitución del Patronato para Mineros Heridos de Langreo, en 1930, del que la institución pasó a depender. Así, al edificio primigenio se sumaron nuevos pabellones - Covadonga, Santa Bárbara, San Antonio y Nuestra Señora del Rosario - con sus correspondientes dotaciones.

Adoptando una planta en forma de peine, el complejo queda integrado por cinco pabellones exentos unidos por una galería. Orientada hacia el río Nalón, la galería funciona como fachada trasera; se abren en ella amplios ventanales cuadrados, enmarcados por pilastras, que combinan remates curvos y rectos. Los pabellones presentan idéntica longitud pero diferente organización en altura: la mayor elevación corresponde al inmueble central, disminuyendo progresivamente hacia los extremos. El pabellón central fue reformado en la década de 1950 siguiendo el proyecto de Julio Galán Gómez, Arquitecto Municipal de Langreo, viendo reconfigurada su organización interna. Al mismo arquitecto se deben otras obras de ampliación y de mejora del conjunto de las instalaciones emprendidas en los años centrales del pasado siglo. En la actualidad, su gestión corresponde a la Sociedad Benéfico-asistencial Fundación Adaro.

Natalia Tielve García