Transportes
527399736
Locomotora SIA 1
522717356
Locomotora SIA 3
388546226
Sanatorio de Bustiello
522841393
Vagón Ambulancia
349732517
Mina Santa Bárbara
343864804
Museo del Ferrocarril
La Sociedad Industrial Asturiana “Santa Bárbara” tendió su tranvía de Santullano a Cabañaquinta con la finalidad primordial de transportar el carbón desde sus explotaciones mineras en los valles de Aller y el río Negro hasta los puntos de intercambio con el Vasco Asturiano y la Compañía del Norte. Sin embargo, la línea también prestó servicio comercial de viajeros entre Cabañaquinta y Ujo, donde se realizaba el transbordo a los trenes del Vasco que se dirigían a Oviedo.
Dada la escasez de infraestructuras con que contaba el concejo de Aller en ese momento, a pesar de la poca calidad del servicio (los trenes iban casi a paso de hombre), su papel en el desarrollo comercial de la zona no es desdeñable. Sin embargo, cuando el Ferrocarril Vasco Asturiano prolongó su línea hasta Cabañaquinta (1934), el tranvía ya no era rentable y suspendió de inmediato sus convoyes de viajeros.
Para prestar ese servicio, la SIA contó con varios coches de viajeros construidos por la fundición ovetense de La Amistad en 1921, ya que ambas empresas formaban parte del conglomerado controlado por el industrial José Tartiere. En su mayoría eran coches jardinera, abiertos por el lado de la carretera y cerrados por los restantes. Estaban equipados con bancos transversales de listones de madera.
Cuando se suspendió el servicio de viajeros, la mayor parte de ellos fueron vendidos a la Sociedad Hullera Española, que los adaptó al ancho de 600 milímetros desde el de 750 original y los utilizó en sus trenes para empleados entre Sovilla y Moreda. Una de las jardineras fue convertida en coche ambulancia, para lo cual la caja fue modificada por la SHE y cerrada totalmente, equipada con amplios ventanales y puertas solo en un lado, herencia de su disposición primitiva, además de una frontal para introducir camillas. Su cometido fue el transporte de heridos en las explotaciones mineras hasta Bustiello para ser conducidos de allí al hospital que poseía la propia empresa.
Una vez apartado del servicio estuvo abandonado en una finca en Pomar hasta 1986, cuando fue recuperado por la Asociación de Amigos del Ferrocarril de Gijón. Fue restaurado y convertido de nuevo a su ancho de vía primitivo de 750 milímetros para circular con la locomotora Alegría en un circuito instalado durante la celebración de la Feria de Muestras gijonesa.
Finalmente, fue depositado en el Museo del Ferrocarril de Asturias, donde ha recuperado su ancho de vía de 600 milímetros y se utiliza en las circulaciones históricas por sus vías. Es un ejemplar excepcional tanto por su origen como por ser uno de los pocos coches sanitarios conservados en España.
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