Automotor FL 203

Entre las opciones que puso en marcha el New Haven se encontraba la construcción de unos automotores diésel destinados a servicios de cercanías basados en la tecnología del transporte por carretera. Para ello, contrató con la firma Mack la fabricación de un prototipo, seguido de una serie de nueve vehículos. Básicamente se trataba de la carrocería de un autobús Mack C-49 montada sobre bogies ferroviarios y dotado de una transmisión eléctrica. Fueron designados como FCD, siglas que correspondían al presidente del ferrocarril, Frederick C. Dumaine.

El experimento fracasó y los vehículos quedaron apartados a la espera de un posible comprador. Finalmente, seis de ellos, incluyendo el prototipo, fueron adquiridos por el Ferrocarril de Langreo, que los utilizó para modernizar sus trenes de viajeros. Recibieron los números 201 a 206 y circulaban entre Gijón y Pola de Laviana acoplados por parejas aprovechando que uno de sus testeros tenía una puerta de intercomunicación.

Estuvieron en servicio hasta el cierre del Langreo para su conversión a vía métrica en 1983. Dos ejemplares quedaron apartados en Gijón y sufrieron un fuerte deterioro que culminó con su desguace. El 203 corrió más suerte pues permaneció guardado en el antiguo depósito de locomotoras de La Felguera pero finalmente fue rescatado y restaurado por el Museo del Ferrocarril de Asturias, utilizando en el proceso algunas piezas de sus dos hermanos destruidos.

El 203 es un vehículo único en Europa, muestra de una tecnología muy singular y de un típico diseño americano de mediados del siglo XX. Es, también, un exponente de las muchas peculiaridades que poseía el Ferrocarril de Langreo, debido entre otras razones a su ancho de vía, cercano al internacional (1440 milímetros).

Guillermo Bas Ordóñez