Escuela de Artes y Oficios

A fines del siglo XIX estas escuelas son trasladadas a un espacio más urbano, dentro del núcleo de La Felguera, que como el de Sama empezaban a crecer a partir ordenadas por el Plano de Población de 1896 y al calor de una pujante industria. Su nuevo emplazamiento ganaría en centralidad y dignidad con el nacimiento de una nueva pieza urbana, el Parque Dolores Fernández Duro, creado por ampliación de una zona ajardinada más limitada situada frente a la iglesia. El parque quedaba jalonado entonces por el templo con la estatua de Pedro Duro delante, el teatro y las nuevas escuelas.

El equipamiento escolar se organizaba en dos cuerpos paralelos, uno para niños, de mayor tamaño, y otro para niñas, ambos en una sola altura. La de niños compartía espacios desde 1917 con la Escuela de Artes y Oficios, lo que motivó su ampliación en 1924. Las obras, según proyecto del arquitecto municipal Ramón de Valle Lecue, consistieron en un recrecido en altura mediante la inclusión de una planta más. En cuanto a la articulación interna del edificio destaca su vestíbulo de entrada circular con escalera de doble tramo desde el que se accedía a las aulas y talleres. Desde este punto se llegaba al resto de dependencias, dedicadas a aulas y talleres originariamente.

Las escuelas fueron puestas en 1902 en manos de los Hermanos de la Doctrina Cristiana- conocidos como La Salle- en un buen ejemplo de la apuesta por la enseñanza confesional que distinguió a la Duro, y que no pocos conflictos traería con los obreros en el valle del Nalón desde 1906. La llegada de la República significó un fomento de la enseñanza pública y laica, naciendo una nueva Escuela de Trabajo en un nuevo edificio en la calle Conde Sizzo. Las de La Salle seguirían funcionando hasta la década de 1970, cuando la Ley General de Educación y la propia degradación del inmueble impusieron su traslado al barrio de La Reguera.

Faustino Suárez Antuña