Minería
Hasta comienzos del siglo XX la mayor parte de las escuelas no tenían edificio propio, considerándose como tal cualquier espacio donde un maestro o maestra se reunía con un grupo de alumnos. En el valle de La Hueria, para este fin se utilizaban los atrios de las capillas, edificios particulares alquilados e incluso antiguas instalaciones industriales, como la lampistería de las minas de montaña de La Quemá, en Brañella.
Las escuelas de La Hueria, incluidas en el Inventario de Patrimonio Cultural de Asturias (IPCA), son promovidas por el ayuntamiento a fines de 1914, si bien no son recibidas las obras hasta 1917. Durante el año siguiente se las dotó de electricidad, se mejoró el saneamiento y se pavimentaron los patios y accesos. El lugar elegido fue la finca El Praduco, propiedad de Felipe González de Piñera, con el contratista José González García que realiza la obra por un presupuesto cercano a las 16.000 ptas. que, no obstante fue ampliado por la necesidad de incorporar un muro de contención.
Se trata de un edificio de planta rectangular, dispuesto a una sola altura, techado a cuatro aguas con caballete paralelo a la fachada principal. Es subrayable el cuidado tratamiento de los vanos y del volumen que da acceso al inmueble, ligeramente adelantado y rematado por un frontón escalonado.
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