Industrias
La empresa Conservas Ortiz tiene su origen en el año 1891, momento en el que fue fundada por Bernardo Ortiz de Zárate en Ondarroa. En sus inicios se dedicaba a la venta de anchoa y bonito del norte en escabeche en las zonas limítrofes de Castilla. Tras el fallecimiento de Bernardo Ortiz, se hizo cargo de la empresa su esposa, Petra López de Aréchaga, tras lo cual se acabaría por constituir finalmente como sociedad anónima en 1956.
En los años treinta, con motivo de la expansión del negocio a lo largo de la costa cantábrica, Conservas Ortiz se instaló en la villa de Candás, donde la industria conservera contaba ya con un gran arraigo. En este sentido cabe destacar que, al igual que en otros trabajos vinculados a la mar, el relacionado con las fábricas de conservas era desempeñado mayoritariamente por mujeres cuyos maridos o padres eran marineros.
Con su llegada a Asturias, la conservera levantó un llamativo edificio en una céntrica plaza de la villa que se convertiría, a la postre, en su más importante centro productivo. El inmueble se planteó como un volumen perfectamente simétrico, de marcada horizontalidad y adaptado al desnivel del exterior. En cuanto a su desarrollo, está formado por un cuerpo bajo central flanqueado por dos laterales rematados por frontones mixtilíneos, que le otorgan mayor altura. El acceso principal está formado por una pequeña entrada adintelada sobre la que se dispone el anagrama de la compañía, formado por las letras C y O. En los mencionados frontones laterales se situaron, a su vez, representaciones en bajorrelieve de una pareja de peces sobre una sucesión de olas, enmarcadas en un cajeado rectangular.
En el año 2010 la fábrica sufrió, en su parte posterior, un grave derrumbe que aceleró los planes para su rehabilitación. En la actualidad acoge un espacio cultural de exposición y salón de actos, aunque se prevé que en fechas próximas pueda ser la sede del Ecomuseo de la Conserva de Asturias.
Rubén Domínguez Rodríguez
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