El proyecto lo había firmado dos años antes José Avelino Díaz y Fernández Omaña, arquitecto municipal que al mismo tiempo desarrollará una importante labor para la Sociedad Hulleras del Turón para la que realizará más de una docena de trabajos.
El edificio se construirá en la Cuadriella, un espacio fundamental para la hullera en el que tendrán cabida instalaciones como los lavaderos, la fábrica de subproductos o la central eléctrica, además de otros de carácter social, asistencial o residencial, como viviendas para empleados, economato, iglesia o centro sanitario.
El hospitalillo contaba con consulta, quirófano, salas de espera, oficina y sala de reposo. La abundancia de vanos, las molduras que recorren las fachadas y el vistoso remate del acceso principal otorgan una elegante imagen al edificio.
Mónica García Cuetos
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