Locomotora DF 607

Formaba parte de una serie de diez ejemplares adquiridos para realizar maniobras en estaciones importantes como Atocha, Alicante o Sevilla. En realidad, se trataba de un modelo inspirado en las máquinas industriales, con tanques laterales, dos ejes motores y cilindros exteriores.

En 1944, RENFE la vendió a Duro Felguera, donde conservó su número original, ya que no llegó a lucir la matrícula 020-0237 que le había asignado la empresa pública. Ya en Asturias se dedicó a realizar maniobras dentro del complejo siderúrgico langreano, una tarea para la que, por otra parte, resultaba bastante idónea.

Un detalle pone de manifiesto su calidad: cuando había pasado a manos de UNINSA, la 607 fue reconstruida con la caldera de una locomotora de construcción alemana mucho más joven ya desguazada. Sin duda la veterana belga era preferible y se decidió renovarla con componentes más modernos, creando así un ejemplar híbrido que es el que ha llegado hasta nuestros días.

En sus últimos tiempos, la 607 llegó incluso a funcionar durante alguna temporada en Mieres, antes de su retirada definitiva a finales de los años 70. Quedó entonces arrumbada junto con otras máquinas en la planta felguerina, transformada después de su desmantelamiento en el parque industrial de Valnalón. Finalmente, tras mucho tiempo de abandono, fue cedida al Ayuntamiento de Langreo como parte de los fondos del Museo de la Siderurgia y se acometió su restauración estética. Desgraciadamente, se encuentra en la actualidad en el interior de las antiguas naves de la Acería de Duro Felguera, fuera de la vista del público.

Además de este ejemplar, varias de sus hermanas han sobrevivido en distintos lugares de España e incluso una de ellas, la 602 que actualmente se encuentra en Lérida, ha sido restaurada en orden de marcha.

Guillermo Bas Ordóñez