Locomotora SHE D

Esta última serie llegó a contar con hasta cinco ejemplares, de los cuales los dos últimos (letras D y E) los entregó en 1920 por la firma alemana Maffei, copiando el modelo utilizado tiempo atrás en la locomotora B. Fueron adquiridas para circular por el ferrocarril del 5.º piso del grupo Legalidad, por encima de la localidad de Moreda de Aller. Como en su recorrido tenían que atravesar tres túneles, estaban equipadas de origen con una curiosa cabina de altura muy reducida. El resto de sus elementos era bastante convencional, con dos ejes y tanque de agua en el bastidor, características habituales en este tipo de locomotoras.

Antes de la Guerra civil, la D fue trasladada al 3.er piso del grupo Conveniencia, en Valdefarrucos. Allí no existían problemas de gálibo por lo que recibió una cabina más convencional. Finalmente, en los años 40 cruzó el río Aller para prestar servicio en la escombrera del 3.er piso del grupo Marianas, donde circuló hasta mediados de los sesenta.

HUNOSA le proporcionó una restauración cosmética y la envió como monumento a los jardinillos del Pozo San Jorge, donde permaneció durante casi tres décadas. En 1999 fue cedida al Museo del Ferrocarril de Asturias, que acometió una reparación funcional que permitió que volviera a circular.

Desde entonces no solo ha circulado por las vías de la institución gijonesa, de la que se ha convertido en uno de sus símbolos, sino que ha llegado a rodar por el tramo de superficie del recuperado ferrocarril de Samuño, en Langreo. Ese hito marcó la vuelta de la tracción vapor a una línea minera de las cuencas asturianas después de más de cuarenta años, todo un símbolo de la recuperación del patrimonio industrial del Principado.

Guillermo Bas Ordóñez