Nave de CRISTASA

Industrias

Nave de Cristalerías Asturianas (CRISTASA)

El Cerillero, Gijón

A inicios del siglo XX abre sus puertas una fábrica de vidrio hueco, auspiciada por la sociedad J. Ramírez y Cía., en la zona Oeste de Gijón - actual barrio de La Calzada - un área cuya intensa actividad industrial, prolongada a lo largo del siglo XX, se explica atendiendo a su ventajosa situación, en particular, la cercanía al Puerto de El Musel y la óptima comunicación ferroviaria.

Tras no pocas complicaciones, las instalaciones fabriles pasan en 1947 a manos de la sociedad anónima Cristalerías Asturianas, CRISTASA. La empresa, orientada hacia la producción de vidrio y de cristal, en las variedades de plano, hueco, doblado y prensado,  contaba entre sus dotaciones con hornos de recalentado y templado, talleres de devastado, pulido y tallado. Entre otros objetos, fabricaba lámparas y arañas de alumbrado, además de piezas ornamentales. Iniciada la década de 1950 la propiedad de la factoría queda en manos de Nicanor Noval Hevia, armador de buques y propietario de diversos negocios madereros.

Una vez clausurada de forma definitiva su actividad a inicios de los setenta, el Ayuntamiento de Gijón se hace con la titularidad del complejo para proceder, años después, al desmantelamiento de buena parte de sus dotaciones, dejando en pie la nave central de ladrillo, la chimenea y un horno, emplazado en la trasera.

Rehabilitada a iniciativa municipal, siguiendo el proyecto redactado por el equipo de arquitectos formado por Indalecio Prendes, Fernando Meneses y Javier Uría de la Fuente, la antigua nave se acondiciona como centro de empresas. Los trabajos de adecuación, desarrollados entre 1990 y 1992, constituyen uno de los más tempranos ejemplos de reconversión de un inmueble industrial que encontramos en Asturias, junto con la transformación de la centenaria Curtidora Maribona, en Avilés -  proyecto ligeramente anterior -   para adoptar en lo que a nuevos usos se refiere una solución semejante: la de semillero empresarial.

Desde su inauguración en el año 1993 hasta la actualidad, la antigua nave de ladrillo sigue felizmente funcionando como Centro Municipal de empresas.

Natalia Tielve García

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