Túneles de Arnao

Transportes

Túneles de Arnao

Arnao, Castrillón

Mina de Arnao

334287953

Mina de Arnao

349708320

Locomotora Eleonore

Arnao

344348710

Espacio Residencial RCAM

368800966

Túneles de Arnao

Las minas de carbón de la Real Compañía Asturiana de Minas en Arnao tienen el privilegio de ser uno de los primeros lugares en los que está documentado el uso de carriles en España, concretamente desde 1836, en los inicios de su explotación. Se inició así el desarrollo de una red de vías de 800 milímetros de ancho que daría servicio a las distintas instalaciones que la empresa desarrolló en la zona.

Su expansión se acentuó con el establecimiento de la fundición de zinc, abierta en 1855, que requirió de la construcción de un ferrocarril desde la factoría hasta el puerto de San Juan de Nieva, cuya capacidad era apta para el tráfico marítimo que generaría la nueva fábrica.

La línea no contaba con grandes obras de fábrica pues se desarrollaba paralela a la costa, en el entorno de las dunas de Salinas. Sin embargo, en las inmediaciones de Arnao fue preciso calar un túnel bajo el macizo de San Martín de Laspra. La obra, de 615 metros de longitud, estaba totalmente revestida de piedra y fue concluida en 1855. El ferrocarril fue explotado con tracción animal hasta la llegada de la primera locomotora, la Eleonore, en 1880.

A finales del siglo XIX, con la llegada del ferrocarril de la Compañía del Norte a San Juan de Nieva, la RCAM se apresuró a tender un tercer carril en su línea hasta Arnao. En el caso del túnel, se decidió en cambio hacer una segunda galería paralela a la anterior pero más próxima a la costa. Gracias a los desmontes efectuados en sus extremos, su longitud era de solo 150 metros, totalmente revestidos. Tenía una sección de grandes dimensiones y fue concebido para el paso tanto del ferrocarril como de la carretera. Desde 1923 a 1960, por su interior atravesaría también el Tranvía Eléctrico de Avilés, lo que lo convirtió en un ejemplo único dentro de este tipo de infraestructuras.

El túnel de San Martín quedó totalmente fuera de servicio en la década de 1950, mientras que el otro perdió su tráfico ferroviario en 1976 y desde entonces se utiliza como tránsito solo de la carretera.

Ambas obras constituyen un interesante resto de los inicios del ferrocarril en Asturias y de la implantación en el Principado de una empresa clave para su industrialización como la Real Compañía Asturiana.

Guillermo Bas Ordóñez

 

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