Antigua Pescadería

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Antigua Pescadería Municipal de Avilés

Centro de Visitantes del Centro Cultural Óscar Niemeyer

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Naves de Balsera

Nave de Astilleros Ojeda y Aniceto

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Astilleros de San Juan

Iglesia en Dársena de San Juan

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Iglesia de Nº Sra del Carmen

715709718

Antigua Pescadería

Puerto de Avilés

345223962

Puerto de Avilés

Siguiendo las trazas de Antonio Alonso Jorge, arquitecto municipal de la villa, la antigua Pescadería Municipal de Avilés fue construida en el año 1916. Se alzaba en el Parque de la Alameda Vieja que, en 1866, había proyectado el ingeniero Adolphe Desoignie.

De planta rectangular, con cubierta a dos aguas montada sobre una estructura de cerchas metálicas, la fachada principal quedaba organizaba en tres calles. La central, privilegiada en altura, se veía enmarcada por pilastras con remate piramidal y coronada por un peto recto. Un arco de cristal sobre carpintería metálica recorría el paramento, otorgando unas excelentes condiciones lumínicas al interior donde, en torno a una calle central, se disponían los puestos de venta.

Pese a contar con un grado de Protección Integral en el Catálogo Urbanístico municipal, la antigua Pescadería ha sido objeto de una de las más desafortunadas y agresivas intervenciones llevadas a cabo en el estuario avilesino. Inscrita en el marco del proyecto de reforma integral de la Plaza de Santiago López, la actuación fue emprendida entre los meses de diciembre de 2009 y julio de 2010, siguiendo el proyecto elaborado por el arquitecto Aitor López Galilea, en colaboración con el ingeniero Raúl Escrivá.

La intervención acometida ha dado como resultado un edificio cercenado de cuajo y anulado, tanto funcional como estéticamente, para acoger una pasarela peatonal de acero corten – popularmente conocida como “La grapa” - que conduce al Centro Niemeyer. De este modo, la antigua pescadería se ha transformado en mera estructura portante de una  pasarela que podría haber situado su arranque en el centro de la plaza, sin mayor dificultad y evitar seccionar el edificio histórico.

La actuación se ha extendido a la plaza, eliminando el arbolado. Se han cegado los vanos del inmueble y se incorporado un revoco de aséptica pintura blanca, distante de los tonos azules y amarillos que presentaba antes de la intervención: un color blando que introduce un mimético diálogo con el Centro Niemeyer. Una práctica “homogeneizadora” que, sistemáticamente, se ha procurado extender a otras edificaciones situadas en el entorno de la ría.

Natalia Tielve García

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