Minería
La riqueza minera de esta zona de Siero era conocida desde antiguo y había empezado a explotarse en distintas zonas de una forma más o menos industrial y capitalista a partir de mediado el siglo XIX, cuando la apertura del Ferrocarril de Langreo aportó una ventaja comparativa a estos cotos hulleros para expedir su producción hacia el puerto de Gijón.
Pero no todas las minas eran igualmente rentables y, de hecho, las de Saús quedaron pronto en suspenso. Aquí iniciará su andadura la sociedad familiar Hermanos Felgueroso, creada en 1893 para hacerse cargo de estas minas, a las que sumarían pronto otras en Laviana y en Samuño (Langreo).
A comienzos del siglo XX las minas de Saús empleaban 260 trabajadores, ocupaban 185 ha y producían 34.000 tm de hulla a lo largo de varios pisos de montaña, sacando su producción por el Ferrocarril de Langreo en Boca Sur a través de un ramal de vía estrecha. A partir de 1914 la producción se concentra por debajo del nivel del valle a través de tres pozos plano servidos por energía a vapor para la extracción de los vagones. Para ello se construyó una central térmica, una sala de calderas, casas de aseo…
En Saús, a donde se llega por una agradable senda que aprovecha el antiguo ramal minero, aún perviven varios de estos elementos, incluida la casa donde residieron los propietarios o la escuela y donde destaca la imponente chimenea.
En 1919 estas minas, como el resto de los acervos mineros de los Felgueroso situados “al sur del río Nora” son adquiridas por la Sociedad Metalúrgica Duro Felguera, que las clausurará a comienzos de los años 1930 dentro de su decisivo programa de sustitución de la minería de montaña por grandes pozos verticales. En este caso, por el de Mosquitera.
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