ENDASA

Tras establecer una primera factoría en el playón de Raíces, la empresa se plantea incrementar su producción y busca una nueva localización, avanzada la década de 1950, en la margen derecha de la ría de Avilés: la marisma situada entre la ensenada del Estrellín y San Balandrán, saneada a tal efecto y en la que fue construido un muelle de servicio. Las nuevas instalaciones, con una superficie aproximada de 45 hectáreas, centraron su actividad en la producción, la transformación y la comercialización de aluminio.

Dentro del conjunto destacan las naves de fundición y de electrólisis, proyectadas por el ingeniero Carlos Fernández Casado y ejecutadas por la empresa constructora HUARTE y CIA, S.A. Se adscriben a una de las etapas más fructíferas dentro de la extensa producción del ingeniero, la orientada hacia la prefabricación de naves industriales. En el orden tecnológico, podemos subrayar el innovador empleo del hormigón premoldeado – una de las más notables aportaciones de Fernández Casado – atendiendo a sus ventajas constructivas: versatilidad, facilidad de montaje y desmontaje, seguridad, resistencia y capacidad para dar solución al problema de cobertura de grandes luces.

La nave de fundición, de notables dimensiones, planta rectangular y cubierta a dos aguas, responde a una marcada racionalidad. La estructura, de hormigón premoldeado, organizada en elementos transversales, se compone de pilares que sostienen vigas de puente-grúa y cerchas sencillas sustentadas isostáticamente sobre ellos.

Adoptando una disposición paralela se sitúan las dos naves de electrólisis, con estructura de hormigón armado y perfil de arco en la cubierta. En sus inmediaciones fue construido el parque de intemperie. El conjunto es resuelto armonizando claridad y sencillez, resistencia y regularidad.

Natalia Tielve García