Locomotora Pepe

Pertenece a un modelo de catálogo del fabricante, denominado Monta y cuenta con dos ejes, distribución exterior y tanque de agua en el bastidor. Su ancho de vía es de 650 milímetros, medida peculiar y endémica de los ferrocarriles industriales del valle del Nalón. Aunque es conocida popularmente con su nombre, llevó además el número 6 y fue la última máquina de vapor adquirida por Carbones de La Nueva.

Su carrera fue un tanto peculiar, puesto que fue retirada del servicio en una fecha tan temprana como 1960 tras la incorporación de las nuevas locomotoras diésel. Sin embargo, quizá por su potencia y por encontrarse en buen estado, no fue desguazada, sino que se mantuvo de reserva, condición en la que pasó a manos de HUNOSA.

La empresa pública cambió su política respecto al ferrocarril de La Nueva, puesto que decidió trasladar las máquinas diésel a otras explotaciones y volver a explotar la línea con tracción vapor. Así, la Pepe regresó al servicio activo durante un breve espacio de tiempo, ya que con la llegada de dos locomotoras procedentes de La Encarnada quedó de nuevo como suplente.

Tras la clausura del ferrocarril a mediados de los años setenta, HUNOSA la cedió al Ayuntamiento de Langreo para su colocación como monumento en el parque Dorado de Sama. En 2014 recibió su última restauración cosmética que incluyó un cambio de emplazamiento y la instalación de una valla que la protege de posibles daños al encontrarse en plena vía pública.

Después del lamentable desguace de la locomotora Juanco (2008), la Pepe se convirtió en la única representante del parque motor de Carbones de La Nueva y también en un ejemplar clásico de los diseños alemanes tan abundantes en las líneas mineras del Principado.

Guillermo Bas Ordóñez