Destinado a la fabricación mecánica de piezas de cañones para armamento, el taller de planta rectangular y notables dimensiones – con una superficie de 5.184 metros cuadrados - se ubica en el margen nordeste de la factoría. Imperando en su diseño la racionalidad constructiva, presenta una estructura de hormigón armado, con cubierta de forjado cerámico, bovedilla de Río y teja plana. La cubrición de forjado nervado de cerámica constituye precisamente uno de sus logros tecnológicos más notorios: un sistema económico que permite, por su ligereza, reducir extraordinariamente los empujes, al tiempo que mejora las condiciones térmicas y el aislamiento del interior. Un sistema que el ingeniero Sánchez del Río, fundador de la fábrica Río Cerámica y de la empresa Dragados y Construcciones, desarrolló en algunos de sus más notables proyectos y que hizo de él uno de los grandes especialistas en España en la construcción de cubiertas de hormigón armado y de estructuras laminares de grandes luces aligeradas con piezas cerámicas.
La solución de cubierta adoptada, de perfil de dientes de sierra, da lugar a la formación de tres claraboyas verticales, una por cada una de las naves en las que internamente se organiza el espacio, con idéntica altura, proporcionando unas ventajosas condiciones de iluminación. A ello contribuyen los amplios ventanales acristalados que calan los muros, de marcada tendencia horizontal. En alzado el edificio se desarrolla a través dos niveles superpuestos, correspondientes a sótano y planta, mientras que en la zona de la entrada se dispone un cuerpo dotado de un piso en altura, al que se accede por medio de una escalera interna, destinado a almacenes y aseos.
Incluido en 2001 en el Registro de la Arquitectura Industrial auspiciado por la Fundación DoCoMoMo Ibérico, el Taller de Cañones, sin uso desde la clausura en 2012 de las instalaciones, se ha convertido en sede ocasional de eventos culturales.
Natalia Tielve García
Comentarios recientes