Torre de Refrigeración

Iniciados los noventa se plantea su rehabilitación para acoger oficinas del INEM y se habilita en su interior un espacio de planta circular organizado en tres alturas - sótano, planta y piso – que, debido a ciertas dificultades técnicas, no llego a funcionar como tal equipamiento. No obstante, esta rehabilitación fue el punto de partida de un nuevo proyecto, esta vez sí, culminado: el que llevó al acondicionamiento de la torre de refrigeración, siguiendo el proyecto del arquitecto Claudio Ignacio Pedrero, como centro de recepción de visitantes del Museo de la Siderurgia (MUSI). La nueva dotación quedaba oficialmente inaugurada en septiembre de 2006.

El refrigerante incorpora, como solución de cubierta, una cúpula de acero y cristal que a modo de lucernario aporta iluminación cenital. El revestimiento de acero galvanizado de los muros realza además su carácter industrial. El espacio generado es acorde con un recorrido expositivo que explica la historia empresarial de la Duro y el papel fundamental que la empresa adquirió en el proceso industrializador asturiano.

Culminando la monumental estructura se incorpora una intervención cromática, a cargo de Marcelino de la Fuente que, más allá de su interés plástico, adquiere un marcado simbolismo, transformando el refrigerante en un imponente faro que visibiliza y enfatiza el interés patrimonial del enclave. Completa la intervención la obra que el artista lleva a cabo en el exterior del conjunto, con pinturas realizadas sobre el muro y en el pavimento que aluden a la fuerza, la energía y la potencia de la industria.

Natalia Tielve García