UNINSA

La empresa surgía del acuerdo de colaboración entre las tres grandes firmas de la siderurgia histórica asturiana: la Sociedad Metalúrgica Duro Felguera, la Fábrica de Fundición de Mieres y la Sociedad Moreda-Gijón. El acuerdo daba paso, el 1 de agosto de 1966, a la decisión de fusionarse aportando sus activos; pronto se sumarían el Ministerio de Industria, a través del INI, la firma alemana Krupp y accionistas privados. 

La planta siderúrgica de Veriña, inaugurada el 6 de septiembre del año 1971, fue construida siguiendo el modelo proporcionado por la alemana Krupp, dando respuesta a los nuevos avances tecnológicos y produciendo acero mediante el proceso LD. En su planificación se prestaría especial atención a la ubicación de las instalaciones de almacenamiento y preparación de los minerales, con el fin de aprovechar las ventajas de localización: los graneles, descargados en el Dique Norte de El Musel, serían transportados a través de una doble cinta que atravesando el túnel de la Campa de Torres, permitía depositarlos en los parques de Aboño. 

El núcleo principal de la cabecera quedaría integrado por los dos hornos altos, las dos plantas de sinterización, la acería de conversión por oxígeno LD, los trenes de laminación en caliente y el embalse de San Andrés. Siguiendo el proceso productivo, la fabricación se orientaría hacia dos tipos de productos acabados, largos y planos, junto con los productos finales.

En septiembre de 1973, en el marco de la política de concentración de empresas que el Ministerio de Industria venía impulsando, UNINSA fue absorbida por la Empresa Nacional Siderúrgica, S. A. (ENSIDESA). Tras atravesar no pocas dificultades que han amenazado su continuidad - integrándose en 1994 en la Corporación Siderúrgica Integral, Csi, en 1997 en Aceralia, más adelante en Arcelor y finalmente en el grupo Arcelor Mittal -  la planta de Veriña sigue aún hoy produciendo acero. 

Natalia Tielve García