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La Sociedad Fábrica de Mieres, se constituyó el 23 de marzo de 1879 como heredera directa de diversas sociedades encargadas, ya desde el segundo tercio del siglo XIX, de la explotación de hulla y la producción de hierro en el concejo; la compleja secuencia de su formación, en la que fueron sucediéndose diferentes empresas de corta vida, es reflejo de los cambiantes y dificultosos inicios de la industrialización en Asturias: su primer antecedente, la Asturiana Mining Company o Compañía Asturiana de Minas, pionera en estas actividades, dio lugar en 1848 a la creación de la factoría de lo que luego fue Fábrica de Mieres, radicada en Vega de Sueros, entre Ablaña y Mieres del Camín (1844-1849); su fracaso se saldó con la constitución en 1852 de una nueva sociedad, la Compagnie Minière et Métallurgique des Asturies, dependiente de Grimaldi et Cie. (1852-1865), que dio paso a su vez a la Societé Houillère et Métallurgique des Asturies, cuya liquidación en 1870 motivó la constitución de una nueva compañía por parte de su antiguo director, la Sociedad Numa Gilhou (1871- 1879), denominada ya desde 1879 Sociedad Fábrica de Mieres.
Con estos inestables antecedentes, Fábrica de Mieres se consolidó ya desde los últimos años del siglo XIX, cuando fue adquiriendo nuevos bienes y concesiones mineras, fundamentalmente en los concejos de Quirós y Lena. El despegue se vió también favorecido por el desarrollo de las infraestructuras de transporte –fundamentalmente, vías férreas- y el impacto de la guerra mundial, aunque la crisis manifestada claramente ya desde finales de los años treinta acabó propiciando su integración en 1961 en la Unión de Siderúrgicas Asturianas, S.A. (UNINSA), sociedad formada por las principales empresas privadas asturianas del sector. A inicios de los setenta, UNINSA pasó a integrarse en la siderurgia pública (ENSIDESA), y las instalaciones de la Fábrica de Mieres fueron progresivamente desmanteladas, dentro de la estrategia de viabilidad diseñada por la citada corporación siderúrgica.
Los primeros intentos de incorporación al Archivo Municipal del fondo documental datan de mayo de 1980, cuando un dictamen de la Comisión Informativa de Cultura planteó dirigirse a ENSIDESA para negociar tal posibilidad. En 1984, un acuerdo plenario planteó algo similar, aunque esta vez en relación a la familia Loring, propietaria de la parte más antigua y significativa del fondo documental. Sin embargo, al Archivo Municipal sólo acabó incorporándose una pequeña fracción del fondo, rescatada de la destrucción durante la década de los noventa.
La mayor parte del fondo documental se encuentra, desde los años noventa, en el actual domicilio social de la entidad, radicado en Gijón. Considerando la evolución de la empresa, deben existir fracciones del fondo en los archivos de la antigua ENSIDESA y, en lo que respecta a determinadas concesiones mineras, en el Archivo Histórico de HUNOSA.
La fracción de fondo conservada en el Archivo Municipal de Mieres, muy limitada desde el punto de vista de su volumen y de su tipología, ofrece sin embargo datos interesantes sobre las fases iniciales de desarrollo de la compañía.
La correspondencia de entrada (1878/1929 -predominantemente hasta 1894-), que se conserva en una secuencia prácticamente completa y constituye el núcleo de lo custodiado, aporta datos sobre los pedidos y procesos de fabricación, ofreciendo una visión general sobre los diferentes clientes de ámbito nacional e internacional. El resto de la documentación tiene un carácter meramente testimonial: matrices de valores de títulos de acciones (1927/1959), facturas (1882/1888) y Correspondencia de la “Sociedad Caja de Socorros” (1914/1916).
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