Central de Miranda

Industrias

Central Hidroeléctrica de Miranda

Leiguarda, Belmonte de Miranda

349939489

Viviendas para Empleados

370954807

Central de Silviella

Central de La Malva

341097354

Central de La Malva

Chimeneas de Ventilación

341202778

Central de Miranda

371200052

Central de La Riera

Ubicada en el concejo de Belmonte de Miranda, la central aprovecha las aguas canalizadas de los ríos Somiedo y Pigüeña. Construida por Hidroeléctrica del Cantábrico entre 1956 y 1962, se sitúa al pie de una ladera de fuerte pendiente. Excavada en roca viva, la altura y la capacidad de esta central subterránea permiten que la sala de máquinas se organice en cinco niveles: planta de acceso, planta de alternadores, planta de turbinas, planta de rodetes y planta de desagües.

Vaquero Palacios interviene en Miranda a través de la ordenación de los volúmenes exteriores y del acondicionamiento interior. El trabajo se concentra, en el exterior, en las dos chimeneas de ventilación que flanquean la boca de entrada a las instalaciones. Elevadas a una altura de trece metros, incorporan en sus frentes rehundidos de hormigón bajorrelieves que reproducen dos figuras alegóricas, Prometeo y Atlas, condensando el calor y la luz, en el primer caso, y la fuerza y el movimiento en el segundo; esto, es, cuatro de las aplicaciones fundamentales de la energía eléctrica. A modo de monumentales pilonos, proporcionan una singular solemnidad a la entrada a la central. Sobre el dintel de la puerta de acceso se emplaza un singular elemento plástico, realizado en hierro y cobre, que recrea un campo magnético.

En el interior, a través de una estudiada utilización de la luz artificial y del color, se consigue atenuar la sensación, de otro modo opresiva, de soterramiento, cualificar estéticamente el espacio y dignificar el ámbito de trabajo. Los paramentos se presentan revestidos con una chapa metálica plegada que incorpora una audaz policromía, dando preeminencia a los tonos cálidos. El color se extiende a elementos como las barandillas, las canalizaciones y la maquinaria, mitigando el aspecto frío y laberíntico de los subterráneos. A modo de trampantojo, un ingenioso artificio es introducido, de modo que unas falsas ventanas, artificialmente iluminadas, generan una ilusoria sensación de espacialidad.

Natalia Tielve García

GALERÍA DE IMÁGENES