Hornos Altos – Museo

Industrias

Horno Alto - Museo Etnográfico

Bárzana, Quirós

El inicio de la actividad siderúrgica en Quirós tiene nombre propio, Jean Joseph Etienne Chauviteau, que en 1855 fundaría la Compañía de Minas y Fundiciones de la Provincia de Santander para explotar los yacimientos de zinc de Cantabria.

En 1860, Chauviteau encargaría al ingeniero francés Gabriel Heim un informe para determinar la existencia y calidad de los carbones y hierros del concejo quirosano; dadas las buenas expectativas, se crearía la Sociedad Hullera de Quirós con el fin de explotarlos. En 1865 esta empresa se refunda con el nombre de Compañía de Minas y Fundiciones de Santander y Quirós, responsable de crear un sistema siderúrgico integral en este territorio montañoso y mal comunicado.

Una de las primeras decisiones fue determinar la ubicación de la planta, una pequeña vega en la orilla izquierda del río, entre Arrojo y Bárzana,  hoy conocida con el explícito nombre de La Fábrica. La localización no fue casual, en un radio de apenas cinco kilómetros contaba con grandes yacimientos de carbón y, sobre todo, con el excepcional depósito férrico de Los Llamargones. El uno de julio de 1870 se encendería el único horno con el que contó. Su pequeño tamaño, malas comunicaciones y competencia harían que la compañía entrase en crisis e iniciase una reestructuración que comenzó con el apagado de su horno en 1877.

A partir de ese año se inician las obras de un taller de laminación en Trubia y, sobre todo, la construcción de un ferrocarril entre esta localidad y la planta siderúrgica, obra proyectada una vez más por Gabriel Heim. Los nuevos talleres empezaron a funcionar en 1881, encendiéndose un segundo horno en 1883 e inaugurándose al año siguiente el trazado ferroviario. A pesar de estas medidas, la factoría de Bárzana no podía competir con las grandes siderurgias de la región y en 1888 Fábrica de Mieres se hace con todos sus activos, trasladando a su factoría los trenes de laminación de Trubia y destinando la fundición de Quirós a obtener lingote barato hasta el abandono definitivo de las instalaciones en la década de 1910.

En la actualidad, el lugar donde estuvo emplazado los Hornos Altos acoge el Museo Etnográfico de Quirós, conservándose apenas el muro de contención y la base de uno de los hornos, así como diversas galerías subterráneas. 

Manuel Antonio Huerta Nuño

 

GALERÍA DE IMÁGENES