Minería
369371663
Pozo Carrio
342345504
Puente Rimoria
370327121
Coto Musel
379341054
Mina La Sota
El aumento de los aranceles a la importación de carbón y el Estatuto Hullero, hacen que durante la década de 1920 distintas minas situadas en la periferia del yacimiento, y aún sin acudir a grandes inversiones como profundizaciones, puedan desenvolverse con soltura y rentabilidad en el siempre complejo mundo del carbón en España.
Este es el contexto en el que se desarrollan las empresas hulleras de Joaquín Velasco, ingeniero de minas vallisoletano, representante del Estado en la Asamblea Nacional Consultiva primorriverista entre 1927 y 1930, e innovador empresario pecuario a través de una moderna finca en el Duero. Velasco entra en la esfera minera tras su matrimonio con una heredera de Nespral y Compañía en 1905, y con esta empresa profundizó los pozos Entrego y Sorriego, y, en solitario, como contratista, abrirá otro más en Pumarabule (Carbayín, Siero), antes de tomar en arriendo Coto Musel y hacerse con las concesiones donde se sitúa La Sota, ambas en Laviana.
La mina de La Sota ha pasado a la historia, sobre todo, por el accidente ocurrido el 28 de mayo de 1924 en el que diez mineros fallecerían por la inhalación de monóxido de carbono. Una lápida sufragada por el empresario recuerda este terrible suceso en el cementerio lavianés.
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