Nace este museo, como el resto de los abiertos en Asturias con temática industrial, en el contexto del fin de la minería de la hulla y de buena parte de las actividades que fueron la base de nuestro proceso industrializador. Un final que impone la búsqueda de nuevas actividades económicas, como el turismo, que permitan, además, la preservación de destacados ejemplos de nuestro Patrimonio Industrial. En esta línea desde el año 2000 la Fundación Comarcas Mineras (FUCOMI), a través de la fórmula de Escuela Taller, realizó distintas intervenciones en el pozo con el objetivo final de contribuir a la creación de un museo en las instalaciones. Unas medidas que se complementarían con la recuperación del esplendor de la magnífica casa de máquinas del San Luis, que se convirtió, gracias al proyecto del arquitecto Carlos Marqués Rodríguez, en la mejor recuperación de Patrimonio Industrial realizada en Asturias.
Pero la entrada al museo se realiza en otro punto del valle, en la recreación de la antigua estación ferroviaria de El Cadavíu, desde donde parte un moderno transporte minero que asciende lentamente por el valle hasta entrar por una galería que dará acceso al pozo a través de un ascensor- jaula minero. Ocasionalmente este transporte, que es una de los grandes atractivos turísticos del museo, es realizado por una locomotora original de vapor.
El Ecomuseo del Samuño permite disfrutar de una de las más bellas explotaciones mineras de la hulla, con algunas piezas de gran valor y autenticidad la máquina de extracción del Pozo San Luis, los compresores, los propios edificios, los socavones Emilia e Isabel y el poblado de La Nueva. Queda pendiente seguir trabajando en la expansión, apertura y conversión del equipamiento en un auténtico ejemplo de la nueva museología que haga honor a su nombre.
Faustino Suárez Antuña
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