La central termoeléctrica de Santa Cruz se encuentra ubicada en el lugar del mismo nombre, a orillas del río Aller, y a una cota ligeramente inferior con respecto a la carretera contigua. Fue construida en el año 1915 a instancias de la empresa Energía Eléctrica de Asturias, absorbida en el año 1923 por la sociedad Electra de Viesgo, cuyo rótulo aún se puede contemplar sobre el acceso principal al edificio. En su interior se conserva una turbina de vapor original, realizada por la casa suiza EscherWyss, que aprovechaba la riqueza hullera de la zona para la producción de energía.
En un periodo en el que la red eléctrica distaba de estar mallada e interconectada, la existencia de una potente central localizada a pie de yacimiento y con una sencilla expedición de su producción fue uno de los factores que se tuvieron en cuenta para el proyecto de electrificación de la Rampa ferroviaria de Pajares. De hecho, de esta central partía una línea hasta las subestaciones de La Cobertoria y Pajares, siendo la Compañía del Norte uno de los principales clientes de la planta termoeléctrica.
El inmueble, compuesto por varios cuerpos que comparten una estética racionalista conferida finalmente en la década de los años cincuenta, está construido con ladrillo cargado. En todo el perímetro se abren vanos adintelados de grandes dimensiones cerrados con pavés, que cobran especial protagonismo en el cuerpo de mayor altura. En la actualidad continúa su uso industrial y está incluido en el catálogo urbanístico de protección del Ayuntamiento de Mieres.
Rubén Domínguez Rodríguez
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