Locomotora Varela de Montes

Es la única superviviente de una serie de 36 ejemplares iguales destinados a servicios tanto de viajeros como de mercancías en líneas con perfil difícil. Su diseño fue realizado pensando especialmente en las rampas de Pajares y Brañuelas, con tres ejes motores de un diámetro moderado. Poseían algunas características avanzadas para la época, como un timbre de caldera relativamente alto, cabina cerrada para proteger al personal de conducción o freno de vacío simple para los trenes de viajeros, posteriormente sustituido por otro automático.

La Varela de Montes pasó la mayor parte de su vida activa en Asturias, asignada al depósito de máquinas de Oviedo. Estuvo inicialmente encargada del tráfico de trenes tanto de viajeros como de mercancías hasta que, al final de su vida activa, fue relegada a los servicios de maniobras. Retirada del servicio activo, en 1967 fue vendida a HUNOSA, que la utilizó para remolcar trenes entre el cargadero de Barredo y el lavadero de El Batán.

Su carrera terminó hacia 1973, cuando quedó definitivamente apartada en El Batán, donde sufrió un importante deterioro. En la década de 1990 fue restaurada estéticamente tras su cesión al Museo del Ferrocarril de Asturias, donde se encuentra expuesta actualmente con el número 1672 que llevó bajo la administración de la Compañía del Norte.

Es una excelente representante de la tecnología ferroviaria del último cuarto del siglo XIX y también de una de las principales series de locomotoras que protagonizaron el transporte de viajeros en la red de vía ancha de Asturias durante décadas, especialmente asociada a la Rampa de Pajares. Todo ello la convierte en una de las principales piezas del patrimonio ferroviario del Principado.

Guillermo Bas Ordóñez